martes, 27 de marzo de 2018

La vida profesional en Holanda

Huolap de nuevo después de una semana. Esta vez un día de retraso pero supongo que me perdonareis.

Esta semana he podido experimentar un poco de la vida profesional Holandesa. Como ya había mencionado se trata de una compañía de Marketing electrónico. Se encargan principalmente de diseñar páginas web, diseñar logos para las compañías y grabar cortos publicitarios para diversas instituciones principalmente culturales o eventos.

Las 8 de la mañana,

 ducharse, desayunar, preparar el ordenador, salir al trabajo con mi bici.


(Que bonita que es ^^)

Las 9 de la mañana,

 llegar al trabajo, preparar el escritorio, beber té, hablar con los compañeros del trabajo.

Diseñar, crear y solucionar problemas de las páginas web hasta las 12.

Las 12 del medio día,

salir con los compañeros de trabajo para comprar comida al súper, comer en la oficina, charlar un rato, volver al trabajo.

Diseñar, crear y solucionar problemas de las páginas web hasta las 17. (No, no hay siesta. Hasta que uno no se acostumbra hay que aguantar esas incontrolables ganas de dormir por la tarde.)

Las 17 de la tarde,

 despedirse de los compañeros, llegar a la residencia y descansar.

La mecánica del trabajo es bastante sencilla.



 
El sitio de trabajo es una pequeña habitación dentro de un edificio residencial. Cada rato los clientes de la compañía vienen de visita y se van. Siempre sucede algo.

En mi caso uno de los clientes con los que trabajamos se ha percatado de que soy un fotógrafo aficionado. Es el poseedor de la compañía a la que le estamos desarrollando el proyecto de la página web. Es una compañía de viajes y por lo tanto tiene cada poco unos viajeros que visitan Leeuwarden desde diferentes lugares. El hombre me ha encargado la lujosa tarea de viajar con 12 alemanes a través de diferentes sitios en holanda para hacer de fotógrafo y así también aprovechar para generar contenido para la página web que estamos desarrollando. Es un cojunto dinámico de tareas y muy bueno para un informático.

En cuanto a la bicicleta, los holandeses la tienen muy metida dentro de su vida cotidiana. Por las mañanas hay más bicicletas por las calles que peatones o coches. Estan esparcidas en todos los lados de la ciudad como si de un coche se tratara.



Lo más curioso es que el centro de la ciudad, rodeado por un canal, es un sistema de calles dedicadas especialmente para las bicicletas que tienen prioridad en todo el centro. Las calles en la mayoría de los casos son zonas compartidas entre peatones, bicis y coches.



Todo esto provoca que a los conductores no les renta entrar con el coche al centro de la ciudad por el poco espacio que hay y el jaleo que se produce. La bici se puede aparcar en cualquier lugar si tienes una patilla y tienen un candado muy simple de montar con un solo giro de llave lo que las hace el sistema de transporte más cómodo de todos. Fuera del centro de la ciudad las bicis tienen carreteras con luces y señales dedicadas. Forman parte del tráfico como cualquier otro vehículo igual de importante que el coche.

La próxima semana hablaremos un poco sobre las vistas de la ciudad y la comida, una de las mejores cosas de aquí. Hasta la semana que viene ^^.

lunes, 19 de marzo de 2018

El viaje y el asentamiento.


       El sábado a las 4 de la mañana llegó la hora. El plan era ir en coche hasta Valencia y tomar el avión hasta Eindhoven en Holanda. Posteriormente tomar el tren para por fin llegar a Leeuwarden. El viaje duró 14 horas.

Lo primero que se nos pasó por la mente al aterrizar era 'Morirse de frío'. Todo estaba nevado y nosotros con zapatillas deportivas, sin guantes ni gorros puestos.




Conforme ibamos transpasando el país el clima se hacia de lo más parecido al de Zaragoza. Cierzo, la nieve poco a poco desaparecía y el aire se volvía seco.




El primer choque al llegar a Holanda fueron las diferencias culturales. Los Holandeses comparten ciertas partes de su cultura con Alemania como por ejemplo el silencio que se intenta mantener en todas partes. Uno se puede imaginar que pasaba cuando un grupo de 4 Españoles entraba en una estación de trenes intentanto averguar hacia donde hay que ir.



Los primeros dos días, esto es, Domingo y Lunes han sido de asentamiento. Reconocer los lugares en la ciudad, comprar las primeras necesidades etc.. Más turismo habra en los siguientes blogs.

Mañana Martes 20 tendré la primera cita con el empresario que me ofrece un puesto en su empresa como programador de páginas web. Para no haceros muchos spoilers solo diré que es una empresa que se dedica al diseño de páginas web para el marketing.  Es una faena bastante interesante y requere más del apartado estético en una página que su propia programación.

La semana que viene os esperan más datos culturales y laborales. Hasta el Lunes ;).

lunes, 12 de marzo de 2018

Semana antes del viaje y la preparación.


    Bienvenidos seais todos a mi blog sobre el viaje de erasmus de 2018. Me llamo Dorian Steinke y a partir de hoy seré vuestro principal informador sobre el país de holanda, sus tradiciones y por supuesto el trabajo que realizaré allí.

Hoy Lunes todavía quedan 5 días hasta el vuelo del 17 de marzo hasta Eindhoven. Una pequeña ciudad en tamaño parecida a Córdoba. Con toda la emoción del viaje ya tengo las maletas hechas y preparadas a pesar de que aún queda para el vuelo. Un poco de ropa por alla, un portatil por aqui y la cámara de fotos por el otro lado. Nada del otro mundo. Sin embargo cuando piensas en que no estarás durante tres meses en tus lugares favoritos y con tu gente favorita la cosa cambia. La preparación para el viaje es más bien psicológica que material. El hecho de estar en un nuevo entorno hace pensar, y sobre todo si existe la posibilidad de quedarte en ese lugar por más tiempo que los 3 meses. Se siente un poco de nostalgia al despedirse de las cosas a las que estas acostumbrado.

Desde que terminaron las clases hasta el viaje tengo una semana de vacaciones. Suficiente para pensar y prepararse. Mientras tanto nosotros nos vemos la semana que viene con las impresiones del viaje y del nuevo lugar.

¡Hasta el Lunes que viene!