Estas dos ultimas semanas en Coímbra han sido diferentes. Para comenzar han sido las fiestas universitarias de aquí, las queimas. Esa semana la pase un poco mal ya que la carpa donde se hacían todos los conciertos estaba ubicada al otro lado del rio enfrente de mi residencia y a veces no conseguía dormir. Aun así fui tres días y aunque fuera muy cara la entrada mereció la pena ir y ver una fiesta Portuguesa de verdad.
Las fiestas duraron unos 9 días y hubo mucho ambiente, cada día hacían algo diferente, pero por trabajo no pude ir a muchas cosas.
Esta semana pasada ya volviendo a la normalidad hemos hecho nuestro primer viaje. Fuimos a Lisboa a pasar el día.
Nuestro viaje comenzó haciendo una visita al Panteón Nacional, un sitio bastante bonito con muy buenas vistas. Desde ahí vimos un mercadillo y decidimos bajar para comprarnos algún recuerdo para nosotras y nuestros familiares y amigos. Después de tanto gastar nos dimos un paseo por el barrio de Alfama y conectar con la famosa plaza del mercado que tuvimos tanta suerte y estaba en obras. Ahí nos dimos cuenta de que necesitábamos un mapa, ya que el móvil en poco rato se nos quedaba sin batería y nos fuimos a unas oficinas de turismo a por uno.
De ahí fuimos a ver el elevador de Santa Justa, donde la gente esperaba una hora para poder subir y pagando 5 euros. Nosotras fuimos más listas y callejeamos un poco hasta encontrar unas escalera que te subían sin tener que pagar.
Seguidamente, justo debajo del elevador se encontraba el Convento do Carmo, un edificio precioso que otra vez desgraciadamente estaba en obras, la suerte daba vueltas sobre nosotras todo el rato. Aun así todo fue bien.
Como íbamos muy cansadas decidimos consultar los precios de los coches que te llevan por la ciudad y un señor muy majo nos hacia un tour por el barrio de Belém por 8 euros. Sin pensarlo nos subimos y de paseo que nos fuimos.
Nos pegamos una hora de fila para entrar a la Torre de Belém ( no lo recomiendo realmente es bonita por dentro no por fuera) y después volvimos al cochecito para terminar nuestro tour.
EL tour finalizaba en un barrio con muchos bares y todo muy bonito, entonces comenzó la estafa de turistas que nos comimos.
El señor era francés y nos comunicábamos con el en ingles, el nos dio el precio de 8 euros la hora (nosotras pensamos que era por persona por eso el precio tan bajo) pero resulto ser que su ingles era nefasto y en vez de 8 eran 80, por lo menos fue entre las tres y cada una pagamos 25 euros.
Después del disgusto nos fuimos a descansar un poco y Lucia se quedo dormida en el suelo. Cuando la despertamos de la siesta fuimos a ver en monumento a los descubrimientos que es impresionante, la pena es que no pudimos entrar porque nos dejamos todo el dinero en la timada que nos habían hecho.
Como íbamos muy cansadas no pudimos visitar el monasterio de los Jerónimos, una pena porque tenia muchas ganas de verlo pero llevábamos desde las seis de la mañana en pie.
Conseguimos llegar sin problema a la estación para coger el bus de vuelta a Coímbra y poder descansar un poco.
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