No podía irme de Lituania sin adentrarme un poco en un bosque, camine un rato por un sendero entre los arboles y vegetación muy verde característica de aquí, después de un rato termine llegando a unos extraños edificios en medio de la nadad que parecían antiguos búnkeres y túneles. Cuando volví a la cuidad aproveche para ir a parque de estilo japonés muy amplio y con un lago en el medio que estaba medianamente cerca.
El ultimo domingo fui a un mercadillo de antigüedades al lado del centro comercial Akropolis, había artículos de todo tipo, muebles, vajilla, bisutería, CD's, artículos de la postguerra etc... Me compre un anillo y un colgante, y ya que estaba en Akropolis, me pase a comer y a comprarme algo de ropa
Con mucha tristeza y la vez alegría me despedido de Vilnius, el Erasmus fue una experiencia maravillosa que recomiendo sin duda alguna, no solo he aprendido en el ámbito laboral, también he mejorado en el personal gracias a la convivencia, la cultura es muy distinta, las personas suelen ser muy frías, pero es una mascara que oculta a gente mas alegre y amable de que lo creernos, el país me ha enamorado
Me sobran razones para volver en un futuro
Hasta siempre Lituania.
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