COIMBRA

 He perdido la cuenta de las semanas …Poco a poco te vas dando cuenta de que ya queda menos, mucho menos de lo que uno piensa y eso te pone un poco triste.

Este fin de semana vino mi madre a visitarme con los perros y como el medio de transporte que usaron fue el coche, pudimos viajar un poco.

El viernes al medio día me vino a buscar a mi empresa para ver donde trabajo y conocer a mi tutor. Mi jefe me dio libre por la tarde por la visita de mi madre y nos fuimos a comer al centro comercial de al lado del centro de mi trabajo. Después de comer fuimos al parque Mondego que se sitúa enfrente de mi residencia, a la que seguidamente visitamos para que pudiera ver donde estoy viviendo. Le encanto la residencia ya que esta bastante bien equipada en todos los sentidos.

Después de la visita, fuimos camino a Figueira da Foz donde alquilamos un estudio pequeño donde pudieran entrar también los perros. 

Visitamos la playa: 

El sábado por la mañana fuimos a Oporto, aparcamos en un centro comercial y enfrente había un museo que visitamos. Se llama "Museu nacional de Soares das Reis", en la entrada me hicieron descuento por ser estudiante. 

Había varios tipos de exposiciones, una zona de de bocetos de algunos artista, otra de retratos que personas importantes o de un burro, una que me pareció bastante bonita se llamaba secretos y por ultimo la parte que más me gusto fue la de las esculturas; tenían algo curioso y es que depende en el ángulo en el que las miraras parecía que te miraba una persona de verdad, eso es porque les hacen agujeros en los ojos para crear profundidad y así la sensación de mirada. Lo que más pena me dio del museo es que la gran parte del jardín estaba cerrado, solo se podía ver una pequeña parte y tenías que ir mirando por las ventanas para poder ver la zona en la que no te dejaban entrar. 

Después de visitar el museo fuimos a comer, ya que aquí comen bastante pronto y si se te ocurre ir a la hora en la que irías en España, lo más seguro es que te encuentres que te han cerrado la cocina. 

Comimos en un restaurante bastante céntrico y la comida estaba bastante bueno y para bueno el precio que nos clavaron. 

Seguidamente fui a la Livraria Lello, un sitio que llevo deseando visitar desde que soy pequeña pero desgraciadamente no pudimos entrar porque había que comprar la entrada antes y entrar en turnos en los que no teníamos tanto tiempo, menos mal que voy a volver solo para verla. Aun así entre en una tienda de al lado y compre postales para mi y mi familia de recuerdo de Oporto. 

Después nos volvimos a Figueira y cenamos sardinas en un restaurante bastante bonito. Al día siguiente volvimos a Coimbra por la mañana y me despedí de mi madre. No fue duro ya que aquí me lo estoy pasando muy bien, lo duro será irme de aquí.