Cada día esta más cerca el fin de esta experiencia y pese a que empiezo a darme cuenta de lo de menos que voy a echar poder dar un paseo por las calles coimbresas o si hace mucho calor ir a darme un chapuzón al río, también tengo muchas ganas de poder estar cerca de mis amigos y mi familia. Por ejemplo esta semana es el cumpleaños de mi abuelo y es el primero que me pierdo (ya que hacemos una comida familiar siempre) y me da mucha penica. Estos días hay bastante alboroto en la ciudad debido a la Queima das Fitas(las fiestas de aquí). Además nosotros vivimos en frente de las carpas y escuchamos la música y a la gente a todas horas del día. Este sábado al levantarme para despejar la mente me fui con mis cascos a dar un largo paseo por Coímbra; fui al parque botánico y también pasee por las orillas del Mondego. Ese mismo día entré por primera vez a las carpas y aunque hay que decir que perdí a mis amigos durante un buen rato, la verdad que me lo pasé bastante bien, ya que había muchísimo ambiente y también ponían algo más de variedad musical que la portuguesa. El martes había desfile de carrozas hechas por los universitarios y cada rama de estudio tenía una distinta. Dio la suerte que duraba toda la tarde y así podíamos ir si queríamos todos, sin depender a que hora saliéramos de trabajar. Ya que nunca lo habíamos visto y además pasaban a cerca de nosotros fuimos a ver cómo eran y si se parecían a las de España. Después de unas horitas allí, empezó a llover y decidimos volver a casa. Cuando acabamos de cenar, me fui al palacete con algunos amigos españoles y con otros portugueses que salían de fiesta esa noche. Sin duda el martes fue el día que más gente salió y que más ambiente y barullo había.
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